Este gran hospital provincial de 650 camas construido en plena posguerra, comporta un cambio de planteamiento respecto a la proyectación de hospitales con el sistema pabellonario y con edificios-corredor de 3 ó 4 plantas, que tuvieron cierta vigencia hasta los años 30.
Es en Norteamérica, bajo el ejemplo de las construcciones civiles y comerciales, donde se adopta la solución de un único bloque con un alto número de plantas, entre 7 y 10 aproximadamente, que resuelve algunos problemas, particularmente el de la concentración en un único edificio de todo el complejo médico.
Un esquema en espina de pez adopta la forma de un trazado curvo, que es con-céntrico a la construcción de una gran plaza circular. Destaca el exterior a dicho espacio al alcanzar una fuerte expresividad los grandes núcleos verticales vidriados que contrastan con la masa de ladrillo y en especial el correspondiente al del cuerpo central de 12 alturas que alberga un núcleo de escaleras circular y cuya forma en espiral nos evoca a la arquitectura del período heroico.